Oh las veces que París/ o cualquier
ciudad del
mundo/ fue tu
cuello./
¿Qué querés que haga?/ está en mi naturaleza/ de
vampiro/ vos
nunca
dejes de
morderme.


E. Rodrígez



PARA LEER EN FORMA INTERROGATIVA

Has visto,
verdaderamente has visto
la nieve, los astros, los pasos afelpados de la brisa...

Has tocado,
de verdad has tocado
el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto amás...

Has vivido
como un golpe en la frente,
el instante, el jadeo, la caída, la fuga...

Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón,

había que tirarlos
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.


Julio Cortázar

martes, 15 de diciembre de 2009

Tus ojos amarillos

Imperiosamente escucho esa gota caer, por la rendija, de ese patio, de mi patio... De cualquier espacio.
Mi planta comenzó a crecer en espiral, aunque uno no crea las esencias siempre hablan.
Se siente bien esta paz. Esta maldita seguridad de saber que todos soltaron la llave. Que ahora sólo debo encontrarla en el aire, no en una mano.
De pez a caballo de mar.
De un invierno en donde por fin no tuve frío a un verano tropical; desnudo - desprovisto de escalofríos.
A veces confundo el cigarro con la lapicera, a veces digo destapador intentando apagar el despertador.
Hoy el día nublado no me lastima, pero eso sí... tus ojos amarillos acarician mi contorno.

Si dejamos de darnos forma tal vez nos olvidemos rápido.
Si dejamos de intentarlo tal vez vuelva a recobrar la frase de la mano y mi llave, de mi aire y tus libertades.


E.B.

sábado, 5 de diciembre de 2009

A LO GIRONDO



Soy perfectamente capaz de enceguecerme.
Ampliamente hábil para nostalgiarme.
Me es extremadamente fácil llamarte y lograr conversaciones de amplios minutos sin que estés, sin que sepas que deberías estar, sin yo saber que nadie se está en ningún lugar.
Tan frágilmente puedo abandonar todo en un segundo. Recaer. O levantarme y pretender edificar.
Violentarme y enterrarme en el pecho de mis pensamientos tan rápido que deje en el tintero una a una las responsabilidades del vivir conciente.
Olvido prematuramente mi capacidad para respirar y recaigo habitualmente en manuales y métodos legitimados para aprender a inhalar y exhalar, olvido que estos olvidos no son los que se olvidan.
Absurdos dulces de no querer comprender las instituciones y pretender borrarlas en el vapor que se forma en los espejos de los baños
Y las adicciones, las adicciones a todo, el correr a las trampas ácidas de una noche que se muestra libre, que se siente libre, que se sabe… es libre fuera y dentro de todo.
Las casualidades, que de verdad queremos sean efectivas, u afectivas en su excepción.
El creer algo verdadero por temer tanto a su falsedad. Las lógicas mal planteadas y mis pies tan plantados en lógicas.
La tierra se derrite ya.
Mi cuerpo se ablanda.
La música me canta susurros y las palabras se disparan desde tantos lados que no encuentro posible la imposibilidad de nada.


E.B.

PRETENSIONES



Necesitaría despertar. Salir. Volar. Buscar algo que me anime a volar.
Algo...
que no me haga más recaer siempre en ella.
Siempre ella…

Algo que me sacuda. Algo que sea lo mismo pero nunca más lo mismo. Una especie de estornudo al absurdo. Un escupitajo como este pero desde otra boca hacia la mía.
Un grito mudo, tan callado como el tiempo que llevo sin hablar en este día. Una metamorfosis como la sufrida ahora sin darme cuenta de cómo suceden las cosas. No quiero ya depender del tiempo, siempre esperando tiempo para escapar. Cierro las puertas que abren otros, abro las que me cerrás constantemente en la cara.
Escribo en las tapas de los fósforos, espero que todo lugar a donde piso desaparezca al instante. Siento el vacío en mi estómago y ya no puedo pretender pedirle a nadie que se me acerque, ya no puedo pretender seguir estando de esta forma y pidiendo cómodamente desde mi cama una salida utilitaria, un dolor instrumental, una mano artificial…


E.B.

EL AGUA EN LOS ZAPATOS

Estoy enojada contigo y conmigo misma porque no podemos vernos.
Entenderás que esto es literatura y para nada lo escrito figura en sentido literario de la palabra.
Entenderás que tu noche y mi noche nunca se amigan.
La palabra está hecha para jugar, para fantasear. Para fortalecer la mente (asunto -este último- que debe tomarse con extrema delicadeza).
Las palabras. Mis enojos. Las debilidades.
En todo lo que hago cuando pienso estás vos. Como espejo, como designio.

Puto reloj.
Cada posibilidad me genera más imaginación.

Todo se trata de ocupar el tiempo y el espacio. De medir a dónde piso, por que si no mido amor, si no mido me mareo rápido, se descomponen las venas, la sed me seca la boca antes de que termine el vaso de cerveza. Por que uno se conoce tanto y tan poco. Por que no entiendo a tus pies ni a los míos, por que siempre termina siendo necesario el paraguas, el piloto… El agua en los zapatos nos aterra… estamos horrorizadas con eso.
Por eso estoy descalza cuando estoy sola. Por eso me calzo cuando te veo. Para poder salir corriendo si es necesario me dijo alguien una vez…
Huyo. Necesito gente a mí alrededor. Compartir estas verdades para que pasen a la fantasía, para que seas un dibujito animado, para destruir lo oculto que sobresale siempre.

Para que crean que es poesía, para yo creer que esto sólo es un juego. Un olvido. Un huequito donde esconder la cabeza…


E.B.

DÍA VERDE



I

Ir y abrazar un árbol.
Estas doblado, inclinado sobre el césped a donde están tus otros… los espejos de ti. Te alejas del ruido, del cemento, del oxígeno derretido.
Eres grande, aún vistes de verde siendo que el otoño se acordó de volver. Te resistes se ve, te esfuerzas en seguir eligiendo ese color, tu color.
Me pincha tu corteza, no encuentras el abrirte a mí:
a mí-hombre, a yo-cemento.

II

¿Serás un siempre verde en mi vida?


III

Una savia rara…
Palpitaciones que ahora vienen de mediodía.
Melodramas de calidad dudosa.


IV

¿Debería estar un tiempo sin pensar?



E.B.


Desde qué esquina escucho tu voz. Desde qué ángulo se forma tu recuerdo. Cómo haré para rehuir de ti los días nublados, cómo haré para no engañar mis ganas con otras sábanas.

El cansancio evita que mi mente ejercite conmigo sus trampas de antaño.
Donde estarás en este invierno.

Me pregunto si alguna vez mis ganas de escribir no coincidirán con tus curvas, con tu mirada española, con mi nostalgia de exilio mal logrado.

Al final el final nunca existió, ni existirá de nuestras partes tambaleantes. Aún escribo dentro de un nosotros jamás perpetuado, jamás regado.
Nunca el jardín tuvo necesidades verdaderas, nunca estuviste y ahora, recién ahora que te pierdo, que te suelto, que te siento de veras lejos. Sólo ahora entiendo que no quiero entenderte. Que no quiero explicarme, que no quiero ya pedir tu mano.

Mi mano ya no sabe hablar con otras,
mi mano y tu mano aquella vez…
las huellas…

amor centro, amor narcicista.


E.B.

COMO DOS NIÑOS



Sacar hacia fuera las verdades.
La maldita búsqueda de la verdad llevó a enloquecernos.
La insistencia inútil de usar la palabra exacta para explicar algo de nace de omisiones, deslices. De todo lo que no pudimos ahogar, de las dudas que permanecieron debajo de nuestras almohadas. Eso que por suerte ninguna de las dos vio. Eso que no controlamos y con lo cual nos maniatamos enredándonos en hilos y más hilos.
El recuerdo al olor de tus suspiros, la caricia que me recorrió entera hace tanto tiempo ya. Tus labios tarareando esa canción que me persigue cada vez que mis manos la recuerdan.
Cuando me rindo apareces. Cuando me nublo me llovés. Intento vivir aún sabiendo de tu existencia en la vereda de mi vida.
¿Cuántas veces más te buscaré? ¿En alguna volverás a decirme que sí? ¿Sabremos decirnos sí en el momento exacto?

Los destiempos, cómo duelen.
Los puentes… terrible trabajo el de derribarlos… se construyen solos, ya lo sabemos.
Las máscaras… sacárselas de la cara… Siempre me costó mirarte fijo y sin embargo no puedo olvidarme de tu pupila clavada en la mía.
Siento que voy agarrada a la manga de tu buzo, me siento un niño llorando por terror a que su madre se le pierda. Y así no puedo pretender agarrar otra mano… y así pierdo otras cosas… y así te elijo una vez más en esta medianoche que se pone cada vez más agria y ácida.


E.B.

EXACTITUD DE MEDIANOCHE

Por qué será que la exactitud contigo llega de medianoche. A luz de vela, a lagrimal cansado.
Por qué la coincidencia. Tu carta vieja, tan vieja.
El fantasma, la teoría, el pensamiento.
Una simple distracción me lleva hasta tus huecos: vacíos, mis venas: vacías.
Da lo mismo, todo quedó en un destiempo. Y da lo mismo entenderlo, aceptarlo, dejarlo ir y contenerlo. Da lo mismo porque es imaginario, irreal, inexistente.
La practicidad del vivir, la inconsistencia polidimensional del tiempo concreto… la discrepancia del verdadero tiempo interior.
Y lo peor…

El miedo a que el tiempo de verdad esté sobrando entre nosotras…


E.B.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Basta de domingos puritanos. Estoy de acuerdo que nuestros mejores recuerdos han sido abriendo los ojos ese día, pero desacuerdo en que insistas en aparecerte en cada uno de ellos si regar las plantas ya.
Son miles las partículas que en este momento se desprenden del polvo asentado, de la tierra aparentemente mojada.
No tengo forma alguna de hacerte a un lado, tengo que atravesarte para llegar a cualquier sitio.

Me siento perdida en Paris, entre tantos puentes para llegar a un centro inalcanzable. Cruzé varios ya y ninguno tuvo llegada a nada. Todo se doblo hacia adentro, hacia el comienzo y ahí murió.

Igual... da lo mismo... No es domingo y ya regué las plantas.



E.B.