Oh las veces que París/ o cualquier
ciudad del
mundo/ fue tu
cuello./
¿Qué querés que haga?/ está en mi naturaleza/ de
vampiro/ vos
nunca
dejes de
morderme.


E. Rodrígez



PARA LEER EN FORMA INTERROGATIVA

Has visto,
verdaderamente has visto
la nieve, los astros, los pasos afelpados de la brisa...

Has tocado,
de verdad has tocado
el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto amás...

Has vivido
como un golpe en la frente,
el instante, el jadeo, la caída, la fuga...

Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón,

había que tirarlos
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.


Julio Cortázar

sábado, 18 de octubre de 2014

territorio inviolable



Y salí de ahí como siempre.
Sin saberlo, sin medirlo.
Latiéndolo.

Me acosté escribiéndote,
tal como lo habías pedido.
Me levanté sin recordarte,
(lo único distinto entre aquellos años y todos estos olvidos.)

Reloj clavado en las risas, los humos, los gustos.
Tu mano congelada en las ganas.
Mis pies huidizos de cubrirse en tus piernas.

Abrazando los cuerpos,
suspirando vinos
sin barreras.
Auténticas.

Acariciarme de nuevo el pelo…
suspirarme cómo es que lo haces tan bien…
Territorio inviolable.

Es que sólo tú.
Sólo yo.
Sólo nosotras.
Somos
dueñas
de
tanta
intimidad.

 E.B.