Oh las veces que París/ o cualquier
ciudad del
mundo/ fue tu
cuello./
¿Qué querés que haga?/ está en mi naturaleza/ de
vampiro/ vos
nunca
dejes de
morderme.


E. Rodrígez



PARA LEER EN FORMA INTERROGATIVA

Has visto,
verdaderamente has visto
la nieve, los astros, los pasos afelpados de la brisa...

Has tocado,
de verdad has tocado
el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto amás...

Has vivido
como un golpe en la frente,
el instante, el jadeo, la caída, la fuga...

Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón,

había que tirarlos
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.


Julio Cortázar

martes, 25 de octubre de 2011


De repente se desprendió dulce y claro. Un fruto maduro que se despedía y daba nacimiento a una nueva semilla. Y habría que saberla cuidar, regar. Estar atenta a comprenderla, aceptarla.
Mi nuevo nacimiento
Miedo, vergüenza, sorpresa, inquietud. Terror. Amor.

¿Cómo no me di cuenta? ¿Cómo pudo suceder?
¿Acaso será?, estas lágrimas que surgen desconsoladas y yo sin saber darme cuenta... De nuevo el absurdo pero esta vez saliendo desde el centro de mi ser, desde el volcán de mi naturaleza, de mis pies que aún no saben caminar sin enfrentarse.

Por eso no podía con mi poesía y mi lengua.
Por eso no podía disparar palabras para ti, por eso nunca pude...
Debía hablarme a mí.
Enfrentarme.
y nunca quise...
                           hacerlo...
                                               mientras me agarraras la mano fuerte...
como antes de saltar de una piedra grande ....
                                                                              .... al río ese
                                ... que fuimos
una vez.

Perdonarme, atravesarme, 
                                          amarme. Acariciarme,
                                                                               mirarme, creerme.


Anudada.
Las vueltas de la vida, donde antes me ergía orgullosa ahora vomito escamas.
La pelea del amor y la razón desde una locura dulce, clara y pura.



E.B.

sábado, 15 de octubre de 2011

Salida vieja

Foto: Mariano Rapetti

No se a donde quedo todo…
Lo mio, mis juegos de manos y conciencias, mis letras… lo que sea que haya sido mio, creído mío.

Te extraño.
No hay juegos de palabras, no hay profundidad mas que la totalidad del aire. ¿Qué más puedo yo crear?

Te tropiezo entre libros viejos y manos nuevas. Se me han vaciado las palabras, ya no encuentro el regocijo, el desagote, la bahía...

Mas allá, más acá... ni nombremos el medio...

Un cuerpo pide que le mire a los ojos, lo repite, me confronta. Mis ojos están como pegados, igual los abro, igual los libero de mi mente vieja.

Tal vez pueda perdonar, pueda limpiar las astillas, que duelen, que se esconden, que reniegan de las pieles nuevas.

Qué gran error el que pensó que el amor bastaba...


E.B.