Así haya sido el tiempo, así los culpables hayan sido los relojes que sonaban cuando despertábamos por las mañanas, y debíamos vestirnos (acto maldito ese) y no podíamos llegar tarde, juntar todos los besos en uno y partir con la cara a medio lavar y tu cuerpo todavía calentando un lado del mío.
Así haya sido que verdaderamente la libertad que anhelábamos y pensábamos estar construyendo quedó de espejo, separándonos. Tuve que romper el límite... tuve que hacerlo. Tú comenzaste con las palabras, yo me encargué de regalarte libros que hablaran de cronopios.
Así sea todo de una buena vez, hoy el día me empuja. Todos me empujan... y yo no se donde quiero, o en su excepción debo, ir.
Así y todo no haya sido nada... dime dónde guardo la forma de un solo cuerpo que era mi cama, cómo despego mis ojos a la mañana sin engañarme, sin disfrazarme, sin vestirme con tu ropa y aparentar que son sólo mías estas ganas de desayunarme.
E.B.
Tus palabras son pajáros que me revoltean y me aturden con su aleteo, una y otra vez, pero...
ResponderEliminarson pájaros!!!¡Vuelannnnnn!!!