Un caballito galopa una línea, la salta, luego dobla y llega a la esquina, llega y no sabe que pasa MIENTRAS necesita pensar: un olvido, un hilo de sudor, que tenga un hijo y no sea violador de mi ley, de la tuya, esa mortal tan temida, ¿de qué me hablan cuando hablan?
Qué pasa que me miras así, por qué me tenés que mirar así caballito, si después galopas hacia la línea, y yo no se hacer líneas… solo redondeles, me gustan los redondeles, esos que no tienen fin
caballito
caballito recto
Las venas me duelen, los barcos llegan al puerto y a mi me divierte esconderme entre estas letras, casi me río, casi que admito que me gustas caballito.
Pero a vos te gustan los caramelos
Y a mi no me gusta la comida, prefiero los platos vacíos, porque son redondos…
Estoy haciendo de mí una trampa dialéctica.
Algo chiquito entra y sale. Entra y sale. Algo chiquito. Y ya sé que es eso…
Un hierro olvidado y una vidriera rota, sin escaparate.
que bonito!
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