A veces pienso un poco en ti.
Hay veces que mi letra se parece a otras, la forma de terminar la "ene" un poco hacia dentro, como vos. La grafología seguramente podría darnos una explicación psicoanalítica, de esas que tanto nos pinchan las plantas de los pies.
No podría decirte que te extraño. Algo ocurrió vaya a saber bajo cuál dimensión del tiempo, pero la decisión que tomaste, tan de invierno y helada, fue cayendo en mí como una pluma al suelo.
A veces pienso en mi monolito, que estoy segura regarás y hablarás apropiadamente cuando lo necesite.
(Confío en ti).
Hace unos días la planta que me obsequiaste tuvo como un desmayo de manos. Planté sus dos ramas bajo mi cama, y a su nuevo cuerpecito lo observo y le busco otra forma. Mientras, le hablo y la riego.
(Siempre hay que buscar nuevas formas Quisiera que confiaras en mí).
Fue una flora exótica la que mezclamos tu y yo.
Te agradezco el amazona de aprendizajes que fuiste y los restos de perfume sobre mi almohada.
Cuando volvamos a vernos trataré de acariciarte un mechón de pelo y no confesar nada más.
E.B.
Una coincidencia en mes, aunque con un año de distancia y mi despedida más fresca, como los besos al óleo que le vi pintados detrás de la acuarela que me mostró alguna vez..
ResponderEliminarExcelentes letras, vagaré un poco más mientras la luna guarda silencio
Saludos desde México
uff... conincidir.
ResponderEliminarGracias por la visita, espero la luna te haya alumbrado y hayas sido acompañado por estas letras, de todos.
abrazos desde argentina!!!