I
Ir y abrazar un árbol.
Estas doblado, inclinado sobre el césped a donde están tus otros… los espejos de ti. Te alejas del ruido, del cemento, del oxígeno derretido.
Eres grande, aún vistes de verde siendo que el otoño se acordó de volver. Te resistes se ve, te esfuerzas en seguir eligiendo ese color, tu color.
Me pincha tu corteza, no encuentras el abrirte a mí:
a mí-hombre, a yo-cemento.
II
¿Serás un siempre verde en mi vida?
III
Una savia rara…
Palpitaciones que ahora vienen de mediodía.
Melodramas de calidad dudosa.
IV
¿Debería estar un tiempo sin pensar?
E.B.
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