Tengo el pecho lleno de movimiento.
De repente apareció una fotografía
vieja... pero intacta. Acaricié una imagen que creí nunca volver a
recordar.
La ciudad de los espejos... donde todo
era un mismo reflejo.
No puedo volver al pez, ni a la silla
ni a la taza de colores del jardín.
Pesadez de las palabras... no salen de
mi boca, solo de mis manos.
Amargura por volver a repetir mi hábito
con vos, oxidado... pensé.
(Y me equivoqué.)
La mujer sin palabra sigue hablándome.
Contesta a mis argumentos aunque nunca vaya a pedirmelos.
(desde el pecho, pero sin piel.)
Te siento terriblemente en el pecho,
pero
sin
piel
(El tuyo... ¿qué sentirá?)
Quiero tus manos, no las manos.
Quiero tu nariz, no el engaño de otras
narices.
Quiero tu cuello y tus besos. Y en eso
me he vuelto innegociable.
E.B.
Me encanta!!! Bellisimo!!!
ResponderEliminargracias!!
ResponderEliminar