Encerrada en una cajita...
De cristal...
Con sonrisas viejas
de una cama.
En una habitación pintada y escrita,
(mías de vos)
de una casa, (por sus manos)
en un barrio... (con una moto ladrando
desde afuera)
que ya no se
dibujaron más- (por suerte la moto, tristeza tus manos)
Escuchando mujeres que me llevan a tus
mujeres,
una princesita, una perra juguetona,
(tus manos de nuevo),
cebando un mate
cambiandote para ir a
trabajar.
Rutinas dulces e infinitas. Encontrar
lo dulce en lo infinito es lo que más te agradezco. El adiós
inesperado es lo que más me cuesta amar.
Encerrada en la cajita. Ahí te guardo,
o al menos te invento.
Ya no te recuerdo.
O sí.
Pero nunca llegué a saber quién eras
realmente...
O tal vez sí.
demasiado ví
lo que
no
llegarías
a
lamer...
E.B.
volvió a escribir, qué bueno srta. Frida, aplico recorte, pero esta vuelta recortaré lo que dejo afuera del poema:
ResponderEliminardemasiado vi
lo que
no
llegarías
a
lamer...
Que placentero volver a verla por el campo de la literatura!
ResponderEliminargracias.... quien sos? Saludos.
ResponderEliminarYo Cortazar y mis otros favoritos!
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