Y la luna
tenía dos pestañas…
La palta
era del alba.
Estábamos
del otro lado de la ciudad de los espejos.
Y tu
sonrisa de mañana era inalcanzable de tanta luz.
Volviste a
terminar el centro de amarillo…
Todo
comenzó y terminó a la vez, ahí,
imitando el
movimiento de estar pintando mandalas.
Los
arrebatos son tan lindos…
Se abraza
el deseo, se espejan las sonrisas.
Y la luna
es conejo,
un gato con
bigotes.
O espejo de
nuestras miradas.
E.B.
hermosos momentos...
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