Y bueno...
son como tristezas finas
palomitas de colores insensatas
caricias que vienen en manos que se
equivocan al buscarse
y no se encuentran.
Ojos que se miran y gritan, palabras
que no quieren salir de las bocas.
Cuando quisiste hablar yo callé. Lo
sé. Me preguntaste qué era el miedo.
No quería palabras, aún cuando nadaba
en un mar de ganas. No se de qué aún... pero ganas...
Igual es triste. Los desencuentros
siempre son así.
Palabras tiernas pero desperanzadoras.
Hoy me visto de zamba.
Y muero por que la bailes conmigo.
E.B.
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