Hoy prendí ese pucho; -ese que tiene un gusto distinto apenas probas la primer pitada-, que además te encuentra lejos de la conciencia de ese cigarro. Pero te trae, te sienta de nuevo. Te habla.
Quería escribirte ayer para despojar sobre este colchón blanco sensaciones más frescas... Hoy por ejemplo ya pasó lo del pucho. Esas cosas te marcan.
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El que hable que tire la primera piedra, jajaja. Comenten libremente lo que se les plazca.