Foto: Lula Capriotti |
Un sapito saltarín.
Un globo rojo volando en un cielo
blanco.
Un animalito sagaz cazando por primera
vez para sus crías.
El agua en la nuca en un día de mucho
calor.
El cigarro después de la cena.
El primer fruto que uno cosecha.
A tiempo dentro de un tiempo raro.
Con agudeza de cuerpo venís... con
calidez te sentás... sin dudarnos compartimos los mismos nervios, la
misma emoción de manos sudadas...
Con desición me regalás tu abrazo y
te vas.
Pueden ser horas o sólo minutos.
Cuando pienso que no podré buscarte
más, vienes sin que te llame, como si pudieras escuchar con
claridad el grito de mi silencio.
lo justo
lo necesario
paz
sin entender absolutamente
nada
Me das escalofríos que duran hasta
horas después de haberte ido.
Una serenata de luna naranja
alumbrandonos.
E.B.